Estoy gratamente sorprendida tras mi visita al Museo de Belas Artes de A Coruña, con unos fondos que superan las 5000 piezas de variadas disciplinas artísticas, se me revela como una de las principales referencias culturales de Galicia. Nos acerca obras de la pintura española y europea de los siglos XVI al XX de autores como Murillo, Goya, Sorolla, Rubens, Tintoretto, Rubens y Picasso que conviven con pintores gallegos de los siglos XIX y XX. Una experiencia para los sentidos que repetiré en cuanto tenga ocasión.
Cuenta, además de con las salas dedicadas a la exposición de sus Fondos Permanentes, con una Sala de Grabados dedicada a Goya, de la que hablaré en una entrada posterior, y otra, llamada Sala de Sargadelos, por lástima cerrada por reformas, así como la Sala de Exposiciones Temporales que, en la actualidad, alberga la exposición «Cámara Barroca».
Como representante del Renacimiento Español, Luis Morales «El Divino» y representando al Renacimiento Italiano y al Manierismo (del Alto Renacimiento al Barroco) Annibale Carracci:
En cuanto al periodo Barroco, se presenta como una de las aportaciones españolas más importantes a la Historia del Arte Universal, y no sólo por la cantidad y aportación de nuevos artistas, sino por poseer una identidad propia que la distingue del resto de escuelas europeas.
El retrato es uno de los encargos más frecuentemente realizados por la Corte para, así, perpetuar la disnastía, conmemorar acontecimientos históricos o como presentación en políticas matrimoniales entre diferentes linajes. A él también recurren las familias nobles e hidalgas como símbolos de distinción social.
La pintura mitológica se nos muestra como un género sólo presente en la Corte y en las colecciones de la alta nobleza. Para su representación se recurre sobre todo a artistas flamencos e italianos y menos a los españoles ya que, en nuestro país, la censura eclesiástica consideró peligrosos ciertos aspectos de la mitología en el mundo de las artes y los prejuicios contra el desnudo fueron, también, muy grandes.
La pintura de género en España queda relegada a un plano secundario a favor de la pintura religiosa y porqué no existe una clase burguesa que cree demanda. Por el contrario, en los Países Bajos, y tras la Reforma Protestante, eclosiona una rica burguesía ansiosa por decorar sus casas con obras que representen escenas cotidianas. En el sur de Europa, Caravaggio y sus seguidores elaboran escenas populares de músicos, juglares, adivinanzas o tabernas, de gran difusión en toda Europa Occidental, especialmente a través de artistas flamencos, llegados a Italia influenciados por su estilo.
La pintura religiosa es una de las producciones artísticas más sobresalientes del S. XVIII español. La Iglesia y las Instituciones son sus principales clientes. Gran parte de la iconografía del Arte Sacro español ilustra los fundamentos y propaga la Contrarreforma Católica y se presenta como un instrumento más de predicación.
Además, cuentan con una importante colección de monedas desde el periodo romano hasta el siglo XVIII, así como de abanicos de nácar, marfil y carey de diferentes épocas.
En cuanto a los siglos XIX y XX exponen obras de artistas como: Madrazo, Francisco Asorey, Sorolla, Laxeiro, Lugris, Luis Seoane o Picasso.
Dónde: Museo de Belas Artes da Coruña. Rúa Zalaeta S/N , 15002 A Coruña