“Os maios” – en gallego-, los mayos en español, es el nombre de una fiesta popular que se celebra en algunas zonas de Galicia.
Sus orígenes se remontan a épocas en las que la vida dependía completamente de las cosechas y, por tanto, de la evolución de los ciclos naturales. «Os maios» forman parte del llamado ciclo do maio (ciclo de mayo), época de exaltación de la naturaleza, al comienzo de la primavera, así, se celebraba la despedida del invierno, la floración de las plantas, la aparición de los primeros frutos y, a través de ceremonias y rituales mágicos, se buscaba que los espíritus de la Naturaleza nos fuesen propicios para obtener las ansiadas buenas cosechas, alejando de la tierra los fenómenos meteorológicos adversos, plagas, meigas, etc…
La fiesta se asoció a la fecundidad de la naturaleza en la cultura celta y la griega, hasta que, con la llegada del cristianismo, se prohíben las fiestas paganas y se cristianiza la fiesta haciéndola coincidir con la Festa da Santa Cruz.
Son muy populares «os maios» en el Sur de Galicia, en Pontevedra, Poio, O Morrazo, Vilagarcía de Arousa y Ourense, en el norte destacan «os maios» de Pontedeume y de Viveiro.
En ellos se organiza un concurso en el que se premian los mejores «maios» (composiciones escultóricas hechas con bimbias, flores, hierba, musgo, helechos, anises, frutas y huevos). Hay maios tradicionales, en forma de cónica, y maios artísticos, que imitan casas, hórreos, castillos, cruceiros, murrallas y demás elementos de la arquitectura tradicional gallega. En el norte se suele representar la figura de un niño (o rei do maio).
En algunos zonas de Galicia además de elaborar os maios se “Alumea o pan” (Ilumina el pan, prendiendo hogueras en los campos), se “Bendicen os campos”, se “Poñen ramos” (colocan ramos de xestas o toxos en las puertas de las casas, los comercios y los coches –antiguamente en los carros-), etc.
Según los lugares, se celebra desde abril hasta mediados de mayo.
La «Festa de os Maios» en Pontevedra, una de las más famosas de Galicia, se celebró ayer, día 1 de mayo (también día del trabajo y día del cumple de mi tía Rosa).
La mayoría de los «maios» que ahí había, debido a la lluvia, bajo una carpa en la Plaza de la Herrería, eran de tipo tradicional, en forma de cono y recubiertos de anís, hiedras, margaritas, cartuchos, naranjas, camelias y cáscaras de huevo (supuestamente todos estos elementos fueron previamente “robados”), acompañados de un grupo encargado de transportarlo que canta una copla, generalmente en todo satírico y burlón, este año los protagonistas, como no…, la familia real.
isabelandia 